Iron Maiden - The Number of the beast

"Woe to you, on Earth and Sea, for the Devil sends the beast with wrath, because he knows the time is short... Let him who hath understanding reckon the number of the beast for it is a human number, its number is Six hundred and sixty six."                                                            

Revelations 13,18 

Antes del The Number of The Beast, Iron Maiden ya tenían en el mercado 1 maqueta (1978) y 2 discos: “Iron Maiden” (1980) y Killers (1981), grabados con esta formación: Paul Di'Anno (voz), Dave Murray (guitarra), Dennis Stratton (guitarra “Iron Maiden”), Adrian Smith (guitarra “Killers”) Steve Harris (bajo) y Clive Burr (batería). Estos álbumes le habían hecho acompañar a Judas Priest y U.D.O en sus giras otorgándoles una gran fama mundial. Con éxitos como “Running Free”, “Wratchild”, “Prowler” y “Phanthom of the Opera” se ganarían el cariño y el apoyo de los aficionados al rock y al heavy metal y un gran reconocimiento a nivel musical.

Con la expulsión de Paul Di’Anno del grupo por problemas con el alcohol y las drogas, Steve Harris buscó a un cantante con actitud en el escenario y con gran voz y lo encontró en un grupo llamado Samson. Aquel hombre se llamaba Bruce Dickinson. . Dickinson debía demostrar su calidad de front-man y fogueado vocalista. Logró asumir un liderazgo compartido con Harris, sacando a relucir su personalidad escénica y convirtiéndose, según algunos, en uno de los vocalistas más reconocidos y respetados en la historia del heavy metal.

Hecho esto se dispusieron a sacar el disco que les llevaría al numero 1 de las listas en Reino Unido: “The Number of the Beast”: Abre el disco "Invaders", un tema corto, rápido y contundente, en el que ya la voz de Dickinson asombra al más pintado, así como la presencia de ese tremendo bajo de Harris. Le sigue "Children Of The Damned", bastante más oscura e inquietante, que alterna arpegios limpios con contundentes sacudidas de electricidad, ambas unidas de nuevo por la voz de Bruce, que literalmente fuerza a límites sobrehumanos sus cuerdas vocales. Sin olvidar la gran labor de los solos de Smith-Murray, ni la pasión tras los bombos de Burr. Continuamos con "The Prisoner", introducida por una frase de aquel antiguo film llamado "Nº9" ("I´m not a number, I´m a free man!), una composición mucho más elaborada y compleja, repleta de fuerza, melodía y magia. Partiendo de una vieja composición de Smith para su antiguo grupo Urchin, aunque con Harris a su lado, "22 Acacia Avenue" supone una segunda parte de aquel tema llamado "Charlotte The Harlot" ("Iron Maiden", 1980).Esta canción se caracteriza por complicados cambios de ritmo, pequeñas incursiones en el Progresivo, así como una alucinante exhibición de Harris al bajo en la parte final del tema.

Una misteriosa voz recita los más famosos versos del libro del Apocalipsis a modo de introducción para dar lugar a uno de los mejores cortes del disco, llamada "The Number Of The Beast", un tema dinámico y pegadizo en el que Iron Maiden se muestran pletóricos e inspiradísimos. Es curioso, pese a que esta canción simplemente se dedica a describir un rito satánico, sin exaltarlo en absoluto, nuestros británicos se empezaron a ganar la fama de satánicos, una hipótesis, si se conoce mínimamente a la banda, se sabrá que no es más que una nueva calumnia por parte de los sectores sociales más conservadores y retrógradas.

Semejante trallazo va empalmado con otra cancion; "Run To The Hills", otro momento cumbre del disco. Esta canción, dura crítica al colonialismo británico (¿Quién acusó a Maiden de pro-anglicistas, cuando atacan al propio pasado de su nación?), es corto e intenso himno que a posteriori ha quedado como tema imprescindible a la hora de los directos.

Algo menos reivindicada es "Gangland", un tema potente y vibrante que actúa como puente hacia el último tema del disco, "Hallowed Be Thy Name", un tema majestuoso y épico, elaborado al máximo, en el que los constantes cambios de ritmo se contrastan con pasajes llenos de misterio y encanto.

“Total Eclipse” no aparecía en la primera edición del disco pero decidieron meterla en posteriores reediciones. Es un tema con lo típico de maiden: melodía fácil, ritmo del estribillo pegadizo y solo brutal antes de terminar la canción.

En conclusión unos de los mejores discos del rock y el heavy metal que marcó una época y que ayudó a que mucha gente se aficionara a este tipo de música. Si te gusta el rock y el heavy metal y no has escuchado este disco te falta algo. Te recomiendo escucharlo!!!. En su tiempo no defraudó y no creo que defraude a nadie al que le guste el heavy metal.

Invaders

Children of the dammed

The Prisioner

22 Acacia avenue

The number of the beast

Run to the hills 

Gangland

Total Ecilpse

Hallowed by thy name

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